lunes, 21 de abril de 2025

Lo que me traje de SENEGAL🧳

Holaa!! ¿Cómo os está yendo el día? Espero que muy bien. Hoy quería aprovechar la temática libre para hablaros un poquito sobre mí.

Soy una persona que le encanta viajar, si os habéis leído la entrada "Sobre mí" ya lo sabréis. Cada vez que puedo, salgo; intento aprender cultura, idiomas, e incluso, nuevas perspectivas de ver el mundo. Hoy os quiero compartir un poco sobre mi viaje a Senegal. ¿Cómo fue? ¿Qué me traje de allí?

Me alojaba en un Resort porque aún no me atrevía a vivir la deep experience, pero salí mucho del hotel para conocer los pueblecitos y a su gente. Un chico de allí cogió un coche (que en España nunca habría pasado la ITV) para llevar a mi familia y a mí a la capital, Dakar.

Vídeo personal de Dakar:

En la carretera me sorprendió encontrarme con un camión muy viejo, y arriba, un chico sentado en indio, bailando. Lo primero que pensé fue: "¿cómo puede estar tan feliz con tan poco?" Pero enseguida me di cuenta de que ese pensamiento no tenía mucho sentido. Ese chico probablemente pensaría que soy yo quien solo es feliz con 'mucho', quien da demasiada importancia a las cosas materiales, o que somos personas que no vivimos la vida al último momento. Sentí envidia. De verdad, aquel chico desprendía una felicidad pura, subido en un camión muy viejo, sentado en el techo sin ninguna medida de seguridad, cruzando una carretera que apenas se podría llamar así, y bailando. Bailando, disfrutando y realmente feliz.

Cuando llegamos al pueblo, noté la diferencia en la forma de vivir. Los baños, para empezar, no existían (os podéis imaginar mi cara). Lo más cercano a un animal de compañía era una vaca, y el juego más top entre los niños era hacer girar las llantas viejas de una bicicleta. Me sorprendió muchísimo ver cómo podían ser tan felices para lo que nosotros es tan poco. 

Luego cogimos un barco, el barco más pequeño en el que me he subido nunca. No sabéis cómo se movía, no podía parar de reírme por los nervios y la inquietud. Se tambaleaba de tal forma que pensé que en cualquier momento volcaríamos. Llegamos a una isla muy pequeña, con algunas tiendecitas, ya que era un poco más turística. Nos explicaron que en esa isla es donde los americanos llevaban a los esclavos desde Senegal. Primero los ataban con cadenas en la ciudad, los retenían y, una vez llegados a la isla en barco, sabían que no podrían escapar. Muy duro, ¿eh?

En ese trayecto, me hice amiga de una mujer que conocí en el barco. Me contó que pasaba todo el día en esa isla vendiendo lo que fuera, porque era el único ingreso para su gran familia. Tenía que madrugar mucho todos los días para hacer el viaje en barco. Nos dijo que, en comparación con donde ella vivía, en la isla sí podía encontrarse con algún extranjero, cosa impensable en los demás sitios. Evidentemente, no es un lugar muy turístico, pero los pocos (muy pocos) turistas que llegaban, acababan en la isla, donde había mercados y demás, y allí podían encontrar un souvenir. Por eso ella trabajaba allí. Además, era donde los locales iban a comprar lo que necesitaban. 

Y ya termino aquí, pero quiero mencionar antes el safari que hicimos. Estuvo increíble, vi muchísimos animales de cerca y lo mejor de todo es que estaban en completa libertad. Fue una experiencia única. Podría seguir contando muchísimas más cosas de ese viaje, pero con esto ya puedo llegar a la conclusión que quiero compartir:

¿Qué me traje de Senegal?

  • Experiencias

  • Nuevas perspectivas sobre la vida y la felicidad

  • Lección de humildad.

  • Concienciación.

  • Anécdotas, amigos, y un pañuelo muy bonito artesanal de la mujer de la isla.


Os dejo algunas fotitos más que hice del resort y el safari:

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